Este fin de semana hemos aprovechado para ir a esquiar a Andorra. Actividad que nos gusta mucho pero que por nuestro ritmo de vida nos resulta complicado practicar a menudo.
Volvía de Gerogia de viaje de trabajo el viernes y por la noche nos subimos a la bonita Andorra con compañía de excepción. Quique y Shara, César, Lara e Isabel, Mar y yo (esta vez nos dejamos a la peque en casa, pero a la próxima se viene a aprender a esquiar) pasamos un fin de semana fantástico.
Un par de días de esquí, compras, alguna comilona, risas... Desconexión total y absoluta.
Aprovecho ahora que aún no apretamos el acelerador a tope aunque ya llevo días doblando entrenamientos diarios, suave y no muy largo pero doblaje al fin y al cabo.
El cuerpo me pide más y eso es una muy buena señal además de encontrarme bastante suelto en las tres disciplinas para llevar tan apenas un mes entrenando.
Esto es lo que nos propusimos para este año. Ir poco a poco, disfrtutar de cada entrenamiento en la medida de lo posible pero obviamente sin perder de vista el objetivo.
Ahora ya el cuerpo pide un poco mas y en breve el jefe le dará media vuelta a la rosca. Cuando surge el apetito es cuando da gusto y no cuando lo concierto en una obsesión como fue el último trimestre del año pasado.
Buenas noches!
Desconexion total! Un fin de semana inolvidable y para repetir. Ahora toca ponerse las pilas. Un placer compartir contigo estos días. Un abrazo crack!
ResponderEliminarEl placer ha sido nuestro. Tenemos que organizar otro a Grand Valira y por supuesto a Galicia, eso sí, tú y yo con las bicis detrás. Un abrazo César
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