Después de 4 semanas de descanso y recuperación post Frankfurt y Cozumel y de haber recuperado mi dedo, soleo y demás magulladuras, he empezado a hacer cosas por mi cuenta antes de que Ximo me coja para exprimirme de cara al Ironman de Copenague.
Llevo desde el día 28 de diciembre moviéndome todos los días. 1 sesión diaria variando de disciplina. Natación, running y gimnasio entre semana y bici en fin de semana, todo en plan suave y sin otro ánimo que disfrutar, sentirme bien y empezar a coger ritmo. Esto se traduce en unas 9 horas semanales.
Pero después de haber estado hoy con el jefe Ximo Villanua, he intuido que en breve se acaba lo bueno. En esta situación lo fácil es acomodarse y es el momento de dar una vuelta de tuerca y salir de la zona de confort para empezar a mejorar.
Hace unas semanas no quería ni pensar en entrenes ni objetivos pero algo ha cambiado ya en mi cabeza, fruto del descanso básicamente y de empezar a verme bien otra vez, dispuesto a cargar de nuevo.
Hay que dejar la vida cómodo y placentera para empezar a mejorar. Febrero está a la vuelta de la esquina y hay que pensar seriamente en el objetivo.
Tengo ganas, motivación y una espina clavada desde Cozumel, si que este año voy a intentar esforzarme más si cabe en cada entrene e intentar ser más eficiente, más que otros años para conseguir nuestro objetivo.
En breve vuelvo a la carga.
#ironmancopenague
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