Por fin y después de una semana me decido a escribir. Sinceramente he ido bastante liado, pero también sinceramente, no tenía ningunas ganas hasta que he digerido la experiencia.
Si uno se basa en el resultado, en haber quedado el 129 de 1.400 y habiendo hecho uno de los mejores parciales de carrera a pie con 1h29' en un recorrido muy exigente, pues la valoración debería ser más que positiva.
Pero mi visión es otra, ya que no venía a por resultados, ni marcas, si no a testarme de cara a mi objetivo, al Ironman de Frankfurt del 7 de julio.
No hubo test ya que no hubo esfuerzo. Debía haberme exprimido a tope para ver donde estoy, hasta donde llego, donde cojeo y que puedo hacer para mejóralo
Por alguna razón que no acabo de entender, no salí a padecer ni a competir con la intensidad que debía. Creo que me tome el Half con las precauciones de competir en un entero.
El fallo estuvo en la bici, ya que la natación me dejo satisfecho. Una natación en la que según el foro dicen que habían de 200 a 300 metros más. Me sentí cómodo y nade menor que nunca. El esfuerzo de este año en este segmento da sus frutos.
Llego la bici. Cometí un error en la elección de ruedas, quizá por exceso de confianza o por verdadero desconocimiento. Sector ciclista precioso, pero muy desacorde a mis características y en absoluto para llevar lenticular y palos. Eso me penalizo y de que manera en los primeros 60 km con 3 puertos de montaña.
No me encontré en ningún momento de esos 60 km. No era capaz de padecer e incluso casi que no rodaba ni en A1. Mi subconsciente que es mi fuerte me frenaba y deje pasar los km esperado los últimos 30 que sabía yo que era donde empezaba mi carrrera.
A partir de ahí y con circuito favorable volví a carburar, rodando por encima de 50km/h, ya que tenía rabia y quería quitarme el remordimiento acumulado las 2 horas anteriores.
Cuando mejor iba, vi que sólo quedaban 10km para llegar. Hubiera pagado para que hubieran puesto 50 km más. Iba como un misil, pasando bicicletas sin parar, pero ya era tarde.
Llegue a la T2 con rabia pero fresco. En mi cabeza no había otra cosa que ganas de resarcirme y arreglar un poco el desastre.
Era una incognita saber si mi ciático estaba para correr una media maratón a tope. De esto estoy muy contento ya que vi que si que pude hacerlo y que con poco que entrene la carrera a pie (que no ha sido poco), puedo correr a muy buen nivel.
Un circuito también muy bonito con subidas y bajadas. Me encontré sensacional haciendo una carrera uniforme. Ahí me crecí y los 21 km se me hicieron cortos. Por encima de todo soy corredor y ahí me di cuenta una vez más.
Como dicen mis jefes Ximo y Salva, hice un buen entreno y no un test. Acabe fresco como una lechuga por no haberme apretado más que en 30km de bici y en la media.
Como siempre hay que sacar lo positivo, después de unos días ya he sacado las buenas conclusiones. Yo entreno para larga distancia y no para media. Vi que los entrenamientos se van asimilando habiéndome dado un buen fondo. Veo que me empiezo a encontrar a gusto conforme van pasando las horas y eso es buen síntoma.
Esto ha sido un toque de atención para que me ponga las pilas de cara Frankfurt. En estas escasas semanas que faltan, debo coger intensidad y sobre todo fortalecer mi cabeza que es lo que me hace fuerte y lo que suple mis carencias.
Decir que fue una carrera preciosa con una organizacion de 10. Sin duda volveré y no solo a quitarme la espina. Es difícil encontrar una carrrera preparada con tanta ilusión y mimo. Un 10 para todos los organizadores de EXTREME MAN de Salou porque han hecho una carrera fabulosa.
A partir de ahí, estuvimos un par de días más en Salou para llevar a la pequeña Daniella a Port Aventura. No se quien disfruto más, ella, su madre o yo pero lo cierto es que pasamos unos días inolvidables.
Muchas gracias a todos los que me habéis animado por las redes y en persona. A uno le hace sentir querido. Para la próxima no prometo resultados, pero si todo mi esfuerzo.
Un abrazo y mil gracias.
