Por tercer año consecutivo, tengo el placer de plasmar para siempre la historia de otro FINISHER. Este con mayúsculas; luego lo explicaré. Ya van 3 finishers y me parece que fue ayer cuando me enfrentaba con miedo e ilusión a mi primer Ironman en Zurich.
Gran momento este para mí siempre es el de escribir la crónica. Me siento muy orgulloso de hacerlo por haber conseguido algo para mí muy complicado ya que preparar esta prueba es la antítesis a mi ritmo de vida marcado por un trabajo que me absorbe gran parte del tiempo. Por ello y por muchas cosas más me hace sentir feliz y de ahí que me enrolle a la hora de contarlo. Esta vez creo que se me ha ido de las manos…
Todos los IM son especiales, una experiencia difícil de explicar, cada uno por un motivo, pero este lo guardo de manera especial por los contratiempos que sufrí que casi me dejan en casa por culpa de la lesión en el piramidal que aún me acompaña, por lo complicado en lo logístico y a la vez desastroso organizativamente, pero por encima de todo por la extrema dureza de gran parte de la carrera y por lo que padecí. Expuse mi cuerpo y mi mente hasta donde no había llegado jamás. No podía ni imaginar lo que se puede llegar a sufrir y a aguantar por conseguir un objetivo. He elevado el umbral del dolor de manera exponencial.
Con esto, he sacado varias conclusiones. Todo este tiempo luchando por un objetivo y con sólo un tiro en el revolver sin posibilidad de error en el disparo me ha cambiado la forma de ver el Ironman y la manera de afrontarlo: Me ratifico en que esto tomado un poco en serio es una forma de vida, una elección de cómo vivir cada día y no es otra que de pleno sacrificio y de renunciar a todo lo que no sea entrenamiento, esfuerzo y el dejar de lado el disfrutar de tantas cosas como la familia sin ir más lejos y un largo número de etcéteras más, sobre todo teniendo mi carácter, que me impide conformarme con nada de lo que hago y siempre me auto exijo la mejora y la superación. Nací así, que le voy a hacer. Creo que por eso adoro este deporte que me permite llegar siempre más allá.
Esto ya lo tenía claro hace tiempo. Lo que he visto ahora es que jugármelo todo a una carta es demasiado arriesgado. Me ha salido bien 3 veces y esta última de milagro, en el último instante. Me produce mucha tensión y mucho estrés. Tendremos que pensar como afrontar este tema para próximas ocasiones porque si algo tengo claro es que aún estoy dispuesto a sacrificar mucho por conseguir algún otro finisher y superarme una vez más.
La lesión en el piramidal estuvo a punto de truncar el año. Siempre me pasa algo a última hora pero esta vez casi me deja en casa. Además hay cosas que ya no dependen de mí como un pinchazo de rueda en carrera, un día tormentoso, un retraso de la maleta con mi bicicleta en el avión o una rotura de una cañería unos días antes de la prueba que se pone a tirar litros y litros de aguas residuales en el río donde tienes que nadar… Son muchas los factores de riesgo. Estoy dispuesto a renunciar a muchas cosas por seguir consiguiendo retos pero no a que causas externas a mí me trunquen todo mi esfuerzo.
Siempre me gusta acordarme, agradecer y hacer protagonistas de mis logros a aquellos que colaboran intensamente en él que sin duda son necesarios para su consecución. En primer lugar y en el puesto más alto está Mar. Sin su permiso, paciencia, conformidad y ánimos no tendría nada que hacer. Junto con ella esta Daniella a la que le pido perdón por no estar más tiempo con ella pero que a su vez me ayuda a disfrutar más de cada momento del que disponemos. Al comandante de la nave y maestro de operaciones Ximo Villanua, mi entrenador, el cual planifica y estudia minuciosamente cada aspecto de la preparación. No es tarea fácil la suya. Son muchos años ya juntos y el entendimiento mutuo es total, algo muy importante. A Fernando Moreno, mi médico que esta vez le he hecho hacer el triple salto mortal a última hora para que hiciera que pudiera correr. Mi ángel de la guarda. A Nerea y Nacho que me han estado tratando 2 veces por semana los últimos casi 2 meses para que pudiera por lo menos acabar la carrera. Nerea ha sido la que me ha llevado entre algodones con esas manos únicas que tiene. A mi amigo y compañero de interminables entrenamientos Rubén. Somos un equipo. A mi inspiración, espejo y guía espiritual Salva Morillo que me sirve siempre de referencia. A todos y cada uno de los muchísimos que me habéis seguido, mandado ánimos y felicitaciones con vuestras llamadas, mensajes, whatsapp´s, tweets, por Facebook… La verdad que no me podía ni imaginar la cantidad de gente que ha estado al tanto de lo sucedido, me he sentido muy feliz y hasta importante y por ello os doy las gracias. Estoy en deuda con todos ellos ya que son motor para que siga esforzándome y alentando desde este blog a todo aquel que quiera conseguir su reto. Mil gracias a cada uno de vosotros. Por supuesto a mi familia con mi madre a la cabeza y siempre presente en cada momento; la que más sufre por mí y como no a mi padre y a Charlie que siempre, siempre van conmigo y cruzan todas las metas a mi lado.
Y después de mis pensamientos y agradecimientos voy con los detalles.
No es necesario que relate como ha sido mi año. Ya lo he ido contando. Sólo señalar que desde el 10 de Junio he vivido un calvario con la lesión que todavía sigue ahí. El piramidal y ciático me impiden entrenar carrera a pié desde entonces como debería. Sólo trotar suave y cada vez que he intentado subir ritmo he vuelto a recaer. Tuve que renunciar a correr en Balaguer con la esperanza de que en pocos días remitiría y no fue así. Desde ese día cambios y más cambios en el entrenamiento, un sudoku para Ximo el poder cuadrar las semanas respetando volúmenes, subidas, bajadas y todo este rollo de los ciclos y demás que son la clave del éxito o fracaso en la consecución del objetivo. Sesiones y sesiones de fisio con Nerea y Carlos, también sesiones con Nacho. Todo era poco.
La fecha se acercaba y yo que sólo podía trotar. Se acabaron los largos de running. Llego final de Junio y había que decidir. No podía correr y tenía que pagar el hotel y los vuelos. Un pastón y no sabía si podría correr la maratón. Llamo a Salva el día que tenía que decidirlo y me convence para que vaya. A una mala NY es un buen sitio para pasar las vacaciones…
Desde ese día mi motivación cayó empicada así como el entusiasmo que a mi me caracteriza.
Fui a Fernando, mi médico y me receta medicamentos muy fuertes que merman mi rendimiento pero que te hacen poder correr de forma moderada forzando la máquina. Por cierto que a día de hoy sigo con ellos… Por lo menos me aseguro que trotando llegaré a meta. Lo que siempre me ha llevado de cráneo que es mi Aquiles izquierdo, este año se ha portado como un campeón. Aquí tiene mucho que ver el Artroactive y Tendoactive de Bioibérica que me ha acompañado gran parte de la temporada. Gracias amigos.
Se acercan los días y crecen los nervios, la incertidumbre y la ilusión por la prueba. Bendita sensación, como engancha. Voy a vivir en primera persona una cita histórica en el panorama IM. Soy un afortunado junto con 22 españoles más. Además voy a pasar unas vacaciones con mis chicas a una ciudad de ensueño. Tengo que verlo por ese lado y disfrutar de cada momento al máximo. Así me lo tomo.
Llega el día 7 de Agosto y comienza el viaje. Un viaje que planeamos 14 meses antes, en cuanto salieron las inscripciones para el ansiado Ironman de NY que tantas y tan altas expectativas creaba y que colgaba el cartel de no hay billetes en tan solo 11 minutos!! Llamado a ser un IM mítico e histórico.
Casi me da algo de ver el equipaje. Un escándalo. La bici, maletas, carro de la niña, mochilas… Aún así todavía pienso que seguro que me dejo algo. Increíble la cantidad de cosas que se necesitan para correr un IM.
Embarcamos en Valencia directos a NY, cargados de ilusión y de alegría por nuestras vacaciones con la pequeña Daniella que con 18 meses ya cruza el charco. Es muy buena niña pero tremendamente inquieta y su madre y yo estamos más que asustados de las 8 horas que nos esperan. No tiene asiento y va encima de nosotros. Pues bien, como esperábamos no duerme más que 25´ y el resto del viaje se lo pasa saludando a los de delante, detrás, los lados y todo el que pasa. Aún así la mantenemos controlada. Se hace muy largo pero en 8 horas estamos en el aeropuerto JFK de la ciudad que nunca duerme. Lo bueno de ir con ella es que nos saltamos todas las colas. Viajar con un carro es un chollazo. Llegamos a la cinta y salen todas las maletas incluida la bici. Uff que tensión ese momento, me quitaba el sueño de hacía meses. No sabía si enviar la bici por paquetería al hotel, si facturarla…un lío, pero bueno, ya está solventado.
Llegamos al hotel, al Sheraton and Towers NY, el de la organización, en la mismísima 7ª Avda, a escasos metros de Times Square y a 3 manzanas de Central Park, en pleno meollo. El hotel una pasada. Mar y yo ya conocíamos NY pero se nos cae la baba de ver toda esa grandeza. Sabía que volvería, lo dije la última vez, pero nunca pensé que a correr un IM.
Hace mucho calor como nos habían dicho. Es tarde ya, sobre las 22:00 y estamos muertos de hambre y de sueño. Esas 6 horas menos que en España se notan. Nos vamos a un T.G.I. Fridays que conocíamos cerca de hotel y nos pegamos un atracón de la comida ideal para antes de un IM: Costillar, alitas, fingers, mucha cerveza…Luego damos un pequeño paseo y casi sin deshacer las maletas nos vamos a dormir.
Miércoles 8. Me levanto a las 09:00, monto la bici y me voy a entrenar a Central Park. Increíble sensación subir por la 6ª Avda a Central Park, rodeado de taxis amarillos y coches gigantes que te adelantan por ambos lados. 1 hora de bici suave rodando con mucha gente, incluso con cabras. También muchísima gente corriendo sola, acompañada, con perros, con carritos y bebés…Una experiencia fantástica. Luego bajo por la 7ª dirección Times Square y los pelos de punta. Llego al hotel, ducha y nos vamos a la expo del IM. Está situada a orillas del río Hudson en el muelle 92. Caminando a 25´ del hotel. Aprovechamos para dar un paseo. Es curioso porque está en la 1ª planta del edificio del muelle. Esta a cubierto. La verdad es que es bastante completa con bastantes carpas. Voy a recoger el dorsal y me entero que se ha roto una cañería que está tirando miles de litros de aguas residuales al río Hudson y peligra la natación, con que si se suspende se sustituiría por un 10.000 corriendo. Bien empezamos…
Cojo el dorsal y primer desfalco en la tienda oficial de productos IM. Todos como locos, como si se fuera a acabar. Llenamos un par de bolsas y nos vamos a comer a uno de esos steak house que a mí tanto me gustan. Soy un auténtico depredador de carne roja y USA es uno de los paraísos para comer buena carne. Luego siesta y a entrenar otra vez. Como no puedo nadar ya que no nos dejan hacerlo, sustituyo la natación por 40´ de running suaves en Central Park. Otra vez mucha gente por allí. Una auténtica gozada correr en ese marco. Mientras, mis chicas vienen por allí paseando. Bueno, Daniella corriendo y Mar persiguiéndola. Luego Ducha, cena ligera en un italiano y paseo por Times Square y alrededores. Daniella flipa viendo esos edificios tan altos y tantas luces. Parece que se va a desnucar porque va sentada en el carro con la cabeza hacía atrás para ver por arriba. Además se pone de pie en el carro y lo señala todo. Con toda seguridad hoy ya no se acuerda de nada pero en ese momento estaba emocionada y feliz. Y su madre y yo de verla más aún. Luego nos vamos a dormir.
Jueves 9. Me levanto a las 09:00, me voy a correr a Central Park y en hall del hotel ya me encuentro con los 3 españoles acompañados de sus familias. Ya estábamos en contacto por mail y WhatsApp. Gente estupenda con la que congeniamos muy bien. José Luís, Andrés y Pedro, tres monstruos que suman casi una treintena de Ironman entre todos ellos. Yo un chiquillo novato a su lado. Se van de excursión, luego nos vemos. Me voy a correr y sucede lo peor que me puede pasar en este momento, el susto que me hace ir llorando de rabia al hotel. Tocaban 30´. Caliento 20´ al trote y hago 2 progresivos de 30´´ recuperando 2´30´´ trotando entre ellos. Total 30´. Pues al acabar el último progresivo, me da un latigazo el ciático que me obliga a parar. Se me hace de noche y me vuelve a aparecer los miedos y los fantasmas del pasado. No me sucedía desde hacía más de un mes. Quiero pensar que ha sido debido a subir a ritmos demasiado altos en las progresiones. Llego al hotel, se lo cuento a Mar y entre los dos intentamos poner calma y pensar que ha sido debido a un esfuerzo y que se quedará en un hecho aislado.
Nos vamos otra vez a la expo. Hay ciertas cosas que tengo que solucionar y que por cierto me parecen un auténtico robo. Llegamos y todavía no se sabe si podremos nadar.
Tengo que recoger una pulserita para Mar para acceder a la Welcome Party previo pago de 50$. Un auténtico robo.
Otra pulserita que tuve que recoger previo pago de 50€ más. Es para que Mar y la niña pudieran subir al Ferry cuantas veces quisieran el día de la carrera ya que la salida/boxes y la meta están separados del el río Hudson. 40´ cada trayecto. Logísticamente es un ironman muy complicado y para los familiares y amigos muy difícil el seguirnos en carrera.
Los boxes y transiciones están en Ross Dock, justo debajo del puente George Washington en el extremo con New Jersey. El lugar la verdad es que es precioso. Para llegar aquí desde Manhattan hay que coger un ferry que tarda 30-40´. Allí, el día de la carrera nos suben a otro ferry 40´ más para llevarnos a la salida, donde vamos saltando y en una línea recta de 3,8 km volvemos a la transición a nado. Con la pulserita pueden ver también la salida. El tramo ciclista circula por allí también por una autovía. Luego la maratón comienza en Ross Dock hasta que sobre el km28 se cruza el puente George Washington para acabar en Riverside Park en Manhattan.
Y la última pulserita que ya es el colmo de la sinvergonzonería y de la poca vergüenza y que delata a esta organización de ladrones y saca pasta, más preocupados de recaudar que de organizar un evento de tal magnitud e importancia de una forma correcta. Como no, son 50$ más y consiste en lo siguiente:
Empezamos en New Jersey como explicaba y acabamos en Manhattan, con lo que cuando uno llega uno a meta, tiene la bici, neopreno y demás en la otra parte del río. La magnífica organización te da 3 opciones a cual mejor:
1ª Ir tu mismo a por ella después de correr un IM y estar hecho trizas. Vete al ferry con sus 40´ de ida y otros tantos de vuelta y pilla los bártulos. Negativo, como diría Salva.
2ª Envía a tu mujer y a tu hija a por las cosas mientras tu recuperas el aliento y celebras el éxito solito. También negativo.
3ª lamentable: Paga 50$ y la organización se hace cargo de llevarte todo al muelle 94 al día siguiente. Esta opción es la que cogí por no complicar. Debería ser un servicio gratis como pasa en otros IM como el de Roth, ejemplo de perfección organizativa. A todo esto, al día siguiente a mí y a todos los demás europeos nos dicen que no hemos pagado, que hemos contratado el servicio pero el pago no ha llegado y con toda la jeta nos hacen pagar 50$ más para retirar la bici. La indignación es total y absoluta. Más de uno quiere comerse a alguien. No bastante con ello, las bolsas con el casco, neopreno y demás no están y nos hacen esperarnos más de 2 horas allí. Un autentico desastre.
Y ya después de gastar no se cuanto, dando una vuelta por la expo hay una carpa de fisioterapia. Voy y le explico mi problema. Me toca un momento y lo ve claro enseguida. Me tumbo boca abajo en la camilla, hace un nudo con mi cuerpo y me hace ver las estrellas. Cuando me levanto me encuentro nuevo aunque luego se va cargando otra vez. En esta ciudad y en este IM uno por una cosa u otra no para.
Nos vamos a comer y luego a dar una vuelta. Queremos visitar una tienda de deportes que conocemos en la 5ª avda. justo al lado del Empire States.
Sin darnos cuenta se nos hecha el tiempo encima y nos viene justo para dejar las cosas en el hotel, coger un taxi e irnos a la expo otra vez a la welcome party. Un auténtico robo y un auténtico tostón. Muy americano además con sus bailes, sus videos motivadores y lleno de banderas americanas. Muy en su estilo. La comida no era mala, era pésima, una bazofia. Lo único positivo fue ver a muchos triatletas allí, con muy buen ambiente entre todos nosotros y donde vi una infinidad de M con el punto tatuadas en la piel. Qué orgullosos estamos. Estaba allí el speaker del IM de Hawai que fue agradable conocerlo. Yo fui por la charla técnica, dada la complejidad de la carrera y por saber como estaba el tema del nado. A pesar de ser un ironman con participantes de 44 países, sólo se hizo la charla en inglés y hablaban diferentes personas habiendo alguna de ellas con menos salero que una escoba a la que entenderla era difícil de verdad.
Después de todo este lamentable evento, nos fuimos al hotel y a dormir.
Viernes 10. Un día muy malo el día antes del IM. Para mí el peor día del año. Te levantas muy nervioso sin haber dormido muy bien. Pensamientos contradictorios acechan tu cabeza constantemente. Miedo, ilusión, incertidumbre, ansiedad…Una mezcla de sentimientos muy intensos. Me levanto a las 7:00 y me voy a hacer el último entrenamiento a Central Park. Empiezo con 30´ suaves de bici. Lo de todas las vísperas de un IM. Te encuentras extraño, como si te faltara la forma física. Es todo cosa de coco, es normal. Dejo la bici y pruebo 25´ de running pero esta vez despacito. Estoy más que asustado de ver como me va a responder el cuerpo después de lo de ayer. Tengo pánico de que me vuelva a pasar. Me pongo a correr y van pasando los minutos sin mayores problemas hasta que completo los 25´. Contentísimo y vuelvo a sonreír.
Ahora sí que ya está todo visto para sentencia. Se acabó un año de entrenamientos, el trabajo ya esta hecho. Me encuentro descansado en su justa medida. Ximo me conoce al milímetro y me programa las bajadas a la perfección. Parece que como en Calella hemos supercompensado perfectamente. Pienso dentro de mí que a pesar de todo estoy bien. Yo sé que estoy en mejor momento que nunca a pesar de la carrera a pie. Nado mejor que nunca y en bici estoy rodando muy bien. La carrera a pie es una incógnita. Sólo falta esperar que salga un buen día y no tener percances. Está haciendo mucho calor, bochorno. Aún no sabemos si podremos nadar por la maldita cañería y en caso de hacerlo no sabremos si con o sin neopreno por la alta temperatura del agua. Con esta incertidumbre es difícil centrarse. Del calor, se prevé tormenta hoy por lo menos. El cielo está encapotado pero el calor es incesante.
Ducha y nos vamos JL, Andrés, Pedro y yo a hacer el check in de las bicis y a dejarlo todo preparado para mañana. Las chicas y los niños se van a Macy´s de compras.
Otro follón. Se están cubriendo de gloria. Lo han hecho muy complicado. Así es difícil descansar. Mañana pasará factura todo esto ir y venir que nos hace la organización. Llegamos a la expo, de allí hasta otro muelle más alejado. Subimos al ferry y 40´ hasta boxes. Sorprendentemente no hay control de material. Nadie comprueba nada. Entramos dentro sin tener que acreditar que somos participantes. Empieza a llover y con ganas. Con una bolsa de basura que encuentro improviso un chubasquero. Sigue el calor. Y los nervios creciendo. Cuelgo la bici en la barra y no nos la dejan tapar por el viento. Cubro manillar y sillín. En otro lado dejo la bolsa con el material de la bici. Casco, dorsal…y en otra bolsa que te dan, en otro lado dejo el material para correr. Esta al aire libre, a la intemperie y encima con el agua que cae. Esto es organización de triatlón sprint y encima barato. Ya te da igual todo. Si se mojan las zapatillas pues ya se secarán.
Todo listo ya. Sigue lloviendo. Cogemos el ferry de vuelta y al hotel. Llega la familia con las compras y nos vamos a comer. Ya sabemos que sí nadaremos en esas aguas apestosas. Dicen que han echado toneladas de cloro. Pues vale. Y si que podemos llevar neopreno. La cabeza ya está en otro sitio. Sopa, pasta, postre y a descansar al hotel. Ya hemos caminado bastante por hoy. Por la tarde, a las 19:30 quedamos en una pizzería para cenar. Una pechuga, un poco de pasta que comparto con JL, un par de cervezas y los nervios desbordados. Risas nerviosas…lo típico de estos momentos. A las 21:30 al hotel y a intentar dormir que no es cosa fácil.
SABADO 11 DE AGOSTO. IRONMAN DE NY. Como se empeñan en hacerlo todo difícil, el bus nos recoge en el hotel a las 03:00 de la mañana!!! Estos tíos están locos. De sacarnos el dinero sí que se han preocupado. A las 2:10 suena el despertador, con apenas 4 horas dormidas. El gran día ya está aquí. Parece mentira que está ya metido en otro lío de estos. Parece que fue ayer cuando estaba en Roth. Como los otros años, me levanto sin nervios. Es extraño pero la mente es muy inteligente y así como se prepara el cuerpo para la batalla, al mismo tiempo lo hace la mente. Estoy muy tranquilo, listo. Sólo preocupado por algún contratiempo o el clima. Me pongo el mono, cojo isotónica, barritas y frutos secos para ir comiendo ya que hasta las 07:00 que salto al agua van muchas horas y no puedo estar sin comer. Les doy un beso a mis chicas que me desean suerte. No quiero que vengan a la salida porque es muy pronto para la peque y un lío de barcos arriba y abajo.
A las 02:45 quedamos en el hall los 4 y nos vamos hacia el muelle. Allí esperamos hasta las 04:00 que sale el primer ferry. Subimos. Noche oscura. No llueve pero hace mucho calor ya. JL y yo nos dormimos en el ferry hasta la llegada. Bajamos en Ross Dock y empiezan los nervios. Noche oscura que se ilumina con focos que pone la organización. A pesar de los 2.800 que somos reina el silencio. Caras de concentración. Antes de comprobar mi material visita de rigor a WC. Controlo las bolsas y están en su sitio, parece que no se ha mojado nada. La bici ok. Dejo los botellines y ya está todo listo. Controlo en que barra está mi bici para no perderme luego. Me quito la ropa de calle y la dejo en otra bolsa que se lleva la organización. Me meto el neopreno, vaselina y todo visto para sentencia.
El nado es punto a punto. Son 3.800 metros en línea recta. Tenemos que subir a otro ferry, para variar, que nos llevará a una plataforma que han colocado a 3,8 km. 30´ más de ferry. Complicadísimo lo han hecho. Al ser tantos, vamos en diferentes ferrys y vamos saltando al agua conforme vamos llegando. No hay tiempo de pensártelo. Yo me subo junto con Andrés en el 3er ferry. La previsión era corriente en contra hasta las 7:40 más o menos y luego a nuestro favor. Por suerte y en contra pronóstico, sube la marea y la corriente va a nuestro favor. Algo tenía que salir bien. Llegamos a la pasarela, nos damos un abrazo, nos deseamos suerte y llega mi momento. Son las 07:24 y pongo el crono en marcha. Empieza un día que se prevé largo. Y duro también. Me tiro con cuidado de no caer encima de nadie ni de que nadie se me tire a mí encima. Da pánico tirarse al agua con ese aspecto. Más que tirarme me dejo caer y cuando me sumerjo lo veo todo negro completamente. Asqueroso. Empiezo a nadar sin problemas. Es muy ancho con lo que nadie estorba a nadie y al ser recto es fácil orientarse. De cuando en cuando levanto la cabeza y observo la referencia que he cogido que es una de las enormes vigas de hierro del puente George Washington. Es mi referencia. Ahí está la T1 y allí tengo que llegar. El agua es turbia tirando a negra. Muy mal aspecto. Poco apetitosa para nadar. Intento no tragar agua bajo ningún concepto pero el agua que se te queda entre los labios es asquerosa, con un gusto entre metálico y no sabría que más. No lo conocía. Mi estrategia pensada y meditada durante mucho tiempo era ir a tope en el agua, así que me pongo a nadar braceando muy rápido, pensando en cada una de esas brazadas y concentrándome en hacerlo correctamente. Noto que el pulso ya se acelera pero me gusta la sensación. Por fortuna para todos, la corriente es fuerte y voy como un tiro. Parece que nado bien y todo. Voy pasando las boyas que están cada 150m más o menos de manera rapidísima. Voy adelantando gente hasta que llego a la T1. Miro el crono y no me lo puedo creer: 48´!!!! A 1´14´´ el cien. Pues si que había corriente sí. He mejorado mucho la natación pero no para tanto. El primero salió en 39´!! Record mundial que no homologan por la corriente. Yo salgo sobre el puesto 480. No está mal para mí. Salgo del agua y corriendo busco mi bolsa, está lejos. Me voy a la carpa que está a 100m y me quito el neopreno, cojo dorsal y casco y a por el 2º segmento que es donde mejor me veo. Voy dispuesto a hacer una buena bicicleta.
Preveía una bici dura y peligrosa (también muy calurosa) y no me equivoqué ni un ápice. El trazado era subir unos 3 o 4 Km. hasta la autovía y después línea recta unos 40 km por el carril derecho hasta llegar a un giro de 180º, vuelta por el otro carril y otra vez ida y vuelta por la misma autovía. Total 2 vueltas.
Me gusta mucho este tipo de trazado ya que al ir y venir vas teniendo referencias ya que te vas cruzando todo el rato.
La autopista muy bonita, todo verde por los lados pero el asfalto horrible, pésimo. Unos baches escandalosos. Las placas de hormigón del suelo son de unos 25m y dejan una junta muy ancha entre ellas que cuando pasas y las pisas tiembla toda la bici. Tenía miedo de reventar una rueda con tanto bache. Luego habían agujeros, como suena, agujeros que los mal señalizaban.
Era un circuito criminal en cuanto a rompe piernas, todo el rato subidas y bajadas con rampas de hasta el 12%. Un contínuo arriba y abajo sin posibilidad de coger un ritmo fijo. Las bajadas peligrosas ya que se cogía mucha velocidad que sumada a ese asfalto y las aglomeraciones de bicis podían ser fatales. Tengo un pico de velocidad de 74,6km/h. Con ello os podéis imaginar el tipo de cuestas. No eran puertos de montaña, de hecho lo hice todo con mi plato del 54 pero no había casi planos. Salieron un total de 181,6 km con 1.200 metros de desnivel positivo. Vi varios accidentes. Una chica con la cabeza abierta. Otro chico totalmente ensangrentado, otro accidente con una bici rota completamente…una escabechina como imaginaba. Por el suelo montones de botellines e incluso gafas! Todo ello que va cayendo por los baches.
En este tipo de circuitos se montan pelotones como me pasó en Calella y no estaba dispuesto a que me penalizaran y ni que los novatos de turno (con todos mis respetos hacia ellos) se me cruzaran por el carril como pasó y me impida acoplarme y correr. Mi estrategia era clara: Adelantar al máximo de gente para quedarme sólo y poder ir a mi ritmo. Así fue. Los primeros 45 km, hasta el primer giro de 180º fui adelantando montones de grupos y de bicis que habían empezado antes que yo ya que había cogido los primeros ferrys para saltar al agua. Voy adelantando con mucho cuidado y a veces dando algún chillido a alguno cuando los voy a sobrepasar ya que veo que se cruzan.
Giro y enseguida se despeja todo. Cojo a un grupo de 3 que van muy fuertes y me pongo con ellos. Nos dejamos los 7 metros de distancia reglamentarios y nos ponemos a tirar. Me pongo delante y meto un ritmo muy fuerte siempre por encima de 40 km/h en llanos. Seguimos juntos y vamos intercambiando las posiciones. Adelantamos a muchas bicis más pero cada vez menos. Ya que estamos ya bastante delante. Llegamos al final de la autopista, giro de 180º grados y comenzamos la segunda vuelta. Km 90 y no me he enterado. Voy muy fuerte y me noto muy fresco, con ganas de correr y con sensaciones estupendas. Voy un poco por encima de lo que quizá debería pero quería sacar algo de renta en la bici ya que no sabía que me pasaría en la maratón. Por ahora ya he adelantado y me he situado sobre el puesto 130. Cojo avituallamiento y sigo acoplado. Por cierto, los avituallamientos numerosos y estupendos. Muy largos además con lo que te daba tiempo a coger botellines. Muchos voluntarios y todos ellos con una actitud esplendida. Mi felicitación y agradecimiento a todos ellos. Eso si que lo hicieron bien, las cosas como sean. Yo me voy dedicando a comer cada 45´ y a beber cada 15´ ya que hace muchísimo calor y estoy sudando una barbaridad. Mi estómago siempre se suele portar bien pero esta vez se portó mejor y ni me enteré. Lo único que no me entraban bien las barritas, no me apetecían. No me preocupaba porque llevaba una buena carga de los días anteriores y no había parado de comer desde que me levanté. Así que empiezo mi segunda vuelta y se quedan atrás 2 de mi grupo. Nos quedamos un americano y yo. Al km 105 o así veo que se va quedando. Me giro y le miro y me dice que tire que él se queda. Una lástima porque aunque no se puede ir a rueda, siempre es más agradable tener a alguien cerca que va a tu ritmo. Desde aquí hasta el final ya voy sólo. Aún adelanto a algunas bicis que voy doblando pero poco. En uno de los baches, se me rompe un portabidones que me había traído Alex. Durísimo y aún así va y se rompe. Estoy bastante preocupado por no reventar una rueda de un llantazo o algo así. Una jueza viene con moto en ese instante y me dice que porque he tirado el botellín y le explico que se me ha roto el portabidón de un bache y que como esto duré mucho más me parece que llego andando porque perderé todas las piezas por el camino. Llego al último giro de 180º, km 135. Desde aquí a hasta el final se me va haciendo muy aburrido y ya empiezo a pensar en la maratón. Me había centrado en no pensar en la maratón y estar pendiente de la bici. Me fue bien porque me pasó volando. Nunca me había parecido tan corto ni había padecido tan poco. Los últimos 20 km se me hacen ya un poco pesados porque tienes ganas de llegar ya y coger la maratón. Llego a New Jersey, bajo hasta la T2 y como me imaginaba veo que no hay casi bicis todavía con lo que voy bastante adelante. Bajo de la bici con 5h18´y una media de algo más de 34km/h y la posición 118. Veo a Mar y a Daniella por primera vez. Este IM es un problema para la familia y amigos que te quieran ver. Estoy emocionado de ver lo bien que voy y me siento. Un voluntario me coge la bici. Voy a darles un beso a mis chicas que me da un subidón bestial. Cojo mi bolsa, me voy a la carpa, zapatillas, visera, primer gel y trago de la bebida que me preparo yo que está ardiendo del calor. Aún así me bebo casi todo el botellín.
Transición bastante rápida para lo largo que lo han hecho y salgo de la carpa. Los voluntarios me quieren poner crema para el sol pero decido no perder tiempo. Aquí empieza el tramo que mejor se me da a mí que es la maratón, pero que esta vez no va a ser así porque se que no puedo apretar y que llevo pocos km en las piernas durante los últimos 2 meses. Llevo unas 6h15´ de carrera y no me he enterado aún. Noto que la bici ha sido dura para las piernas y ha dejado un poco de secuela. Normal después de 180km y además con un pulso muy alto y bastante intensidad. Me despido de Mar con un saludo desde lejos y empieza el calvario. El calor a las 13:30 del medio día es bastante duro pero no es eso el verdadero peligro. Nada más salir una cuesta del 14% de 500m. Bueno, luego será mejor pienso. Pues no. Una vez subida, bajada de 300 m. y otra vez así. El lugar es precioso, un parque verde que protege del sol un poco (pero no del fuerte calor). Es todo por asfalto y consta de 2 vueltas terroríficas por dentro del parque en el que no puedes coger un ritmo por las fuertes subidas. Suman unos 21km luego un enlace todo de subida de unos 7 km hasta el puente George Washington. Se cruza éste que son unos 3km llegando a Manhattan y los últimos 11km van bordeando el río dirección Riverside Park donde primero hacemos unos bucles hasta llegar a meta allí mismo.
El dato atronador es que los primeros 28km suman 500m de desnivel positivo!!! 1000 acumulado. Una barbaridad. Eso en España se considera una maratón de montaña casi. Pero bueno, es lo que hay y si quiero llegar a meta tengo que pasarlo.
Desde el km 1 me queda claro que aquí es imposible hacer buen tiempo y batir mi marca de 09:58, así que lo asumo, me mentalizo y me dedico a dejar pasar las millas pensando en corto y no en lo que me queda para que no se me haga un mundo. Por cierto, que largas se hacen las millas…no se acaban nunca y sobre todo cuando no puedes más.
Sigo corriendo y voy sólo, así iré prácticamente toda la carrera. Durante el recorrido por el parque hay algo de gente y te animan. No paran de decirte: “good job, good job”. La verdad es que se agradece.
Mención especial otra vez a los avituallamientos, uno en cada milla, repleto de voluntarios que no paran de animarte y de ofrecerte de todo. Vasos con isotónica, con agua fresca, vasos con hielos, esponjas, cola, barritas, geles…Un 10 a todos ellos. Perfecto. La primera vuelta voy bastante suelto pero flipando de las subidas. Igual haces un km a 4´30´´ que el siguiente lo haces a 6´. No camino en ningún momento y aún adelanto a alguno más. Eso me motiva. Van pasando las millas y cada 30´ me tomo un gel. El calor empieza a hacerme efecto. Por supuesto negativo. Acabo la primera vuelta bien y comienzo la segunda por el mismo calvario. Sólo de pensar que tengo que subir y bajar otra vez me pongo malo. Km 11 más o menos y empiezo a doblar a gente que ha empezado ahora. La gente camina desde el km 1 y se lo toman a risa. Algunos señalan la cuesta y se ríen mientras caminan comentando de forma chistosa la situación. No es para menos. Yo sigo a lo mío y voy dejando caer las millas. Ver a la gente es un espectáculo, se va a hacer muy pero que muy largo. Llego al giro de final del parque y enfilo la última parte, voy por el 16 y me quedan 5km. Me he tomado un gel que me ha sentado bien y me da vida pero ya empiezo a notar las piernas muy cargadas. En eso que veo a Pedro y nos saludamos. Sigo y llego al final del calvario en el km 21. Ya sólo me queda la mitad pero estoy tocado, bastante. Final del calvario??? Qué ingénuo. Hay que subir hasta el puente que lo tienes justo arriba de la cabeza pero no se llega nunca. Subir y subir…rampas muy duras y muy largas, así unos 6km más. Llego al puente, más sólo que la una y aquí ya me desmorono. Km 28, siempre aparece mi amigo el del mazo sobre este fatídico km. Hay que subir escaleras. Son de metal y estrechas. 75 en total. Las subo de 2 en dos lo más rápido que puedo. Luego las bajas y enfilas en puente. Voy sobre el 100 en la general y llego a ir el 14 en mi categoría. No me lo podía imaginar antes de empezar.
Este momento, a pesar de la dureza y el cansancio es mágico. Corres por las alturas camino de Manhattan y se ve a la derecha todo magnificencia del Skyline de la ciudad “that never sleeps” con sus rascacielos y sus puentes. De película. Muy emocionante. Vale la pena llegar aquí para verlo. Intento guardar estas imágenes en mi retina para siempre.
Estoy cada vez peor. Me cuesta correr. Me duelen muchísimo las piernas y el calor es bestial. Estoy seco. Cada milla hay un avituallamiento y se me hace largo. Estar sin beber 9´ o 10´ se me hace eterno. Cada vez mi ritmo baja más. Sobre el 31 estoy totalmente destrozado. He aguantado 9horas a mucha intensidad y hasta aquí he llegado. Mi cuerpo ha dicho stop. Sigo corriendo como puedo, con una soledad tremenda. Los geles me sientan mal y tengo ganas de vomitar, de hecho tiro un poco. No me quiero vacíar (si no lo estoy ya). No me entran más geles. Voy sin parar de correr a trancas y barrancas y en los avituallamientos camino para no derramar los vasos. Bebo iso, cola, agua…Estoy deshidratado totalmente pero los atracones de líquido no me ayudan en nada y yo lo sé pero es tal la sed y sequera que tengo que me lo bebo todo. Voy cruzando por un parque solitario en el que veo gente haciendo barbacoas (que me producen toda clase de nauseas), gente jugando al basket o paseando que ni tan siquiera se fijan en ti. Alguno incluso te mira como pensando, este tío que hace? Que le pasa?. Animación 0 y sentimiento de descuido y de soledad. Sigo y sobre el 35 incluso pienso en parar. Ya no puedo casi ni correr y cada paso es una cruz. Ahora estoy viviendo la dureza de este deporte y de este IM en concreto. Nunca jamás había sentido esto. Hecho en falta esas tiradas de 2 horas que Ximo me ponía después de la bici. Esta vez no pudo ser por la lesión y el ir falto de km y de ritmo en carrera a pie sumado a la para mí extrema dureza de la maratón pues tienen como resultado esto.
Me faltan unas 4 millas, voy casi por la 22 y no lo veo claro. Sigo pasando la agonía más grande que he vivido jamás pero no paro de correr. Sobre la milla 24, sobre el km39 más o menos veo a Mar y a Daniella. No quería que me vieran en este estado porque iba fatal. No puedo decirles nada ni casi mirarlas. Con un gesto le digo que estoy rendido y Mar me anima diciéndome que me queda el final solamente. Es cierto pero no lo veo claro. De verdad que nunca me había pasado algo así e incluso llego a pensar que en cualquier momento me caigo y no llego. Padecí por no llegar a falta de 3 km!!! Llego al último avituallamiento, camino para beber pero me voy de lado a lado. No quiero ni coger un vaso y el médico que hay en el avituallamiento me ve y obliga a beber, me coge un momento preguntándome si estoy bien. Bebo, lo aparto y arranco otra vez. Me empiezo a encontrar mal, mucha angustia y mareo. Paro y me pongo a caminar durante unos 100m. Nunca antes había caminado pero de la angustia y mareo tengo que hacerlo. Me entra no se que y me hace que me cueste respirar. Me asusto y me paro cogido a una farola porque creo que me caigo y me asusto mucho por ello. Miro por detrás para que no me vea el médico del avituallamiento porque es capaz de no dejarme seguir. Con lo que me ha costado llegar hasta aquí yo acabo como sea.
Me cuesta respirar, ando 10 o 15 metros e intento arrancar. Lo hago, una subidita, giro a la derecha, sigo durante unos 300m bordeando el río, giro a izquierda, derecha enseguida y veo la luz: A unos 300 m. veo la meta. Es todo una recta. Uno se espera mucho más de la meta de un IM. Voy corriendo como puedo y casi llorando de la emoción. No me puedo creer que ya esté aquí. El pasillo es largo y lleno de gente. No veo a Mar ni a la peque, voy totalmente desorientado. Una vez más levanto los brazos con mucha rabia, me pasan mil cosas por la cabeza en unos segundos, me acuerdo de mi padre. Respiro porque a pesar de los pesares y contratiempos estoy en la línea de meta.
El famoso speaker del IM de Hawaii ha venido a la cita y ameniza con su simpatía el momento en la meta. Lleno de banderas americanas y de gente como loca aplaudiéndome. Por fin me planto en la línea de meta y el speaker me dirige su celebre frase diciéndome : “Dani Peris from Spain: YOU-ARE-AN-IRONMAN! Los pelos como escarpias. Lo conseguí!. Me cuelgan la medalla e inmediatamente me cogen 2 voluntarios y me llevan a la carpa. Me sientan en la camilla y quieren que me tumbe. Veo algún gotero por ahí pero yo no quiero estar en la carpa. Estoy feliz y me siento bien. Sólo quiero beber. Vista mi cabezonería me levantan y sin soltarme me hacen caminar cogido de ellos hasta que ven que puedo hacerlo sólo. El avituallamiento post meta superpobre, muy malo. Al final 4 horas y 8 segundos la maratón. Luego vi que era un buen parcial y todo.
Bebo algo, me encuentro a Andrés que tuvo algún problema de estómago, cojo mi bolsa con la ropa y me voy a buscar a Mar y Daniella. Gran momento!!! Una vez más lo he conseguido y esta vez con nota. Todo el esfuerzo ha valido la pena una vez más y al final hemos podido vencer las adversidades y a esos miedos y fantasmas que tanto me asustaban.
Al final 10h15´. El 109 de 2.800 contando bastantes PRO y el 20 de mi categoría. Y un dato que me hace ilusión: 1er Español de la historia en cruzar la meta del Ironman de New York.
Hasta ahora no me consideraba triatleta propiamente dicho, ya que me parecía una osadía por mi parte, pero ahora y después de 3 IM con este que me ha costado lo indecible me autoproclamo: IRONMAN TRIATHLET.
A partir de aquí pasamos varios días, hasta el miércoles noche, pateando NY. Ni rastro de secuelas del IM. Pedro, Jl, sus familias y nosotros caminamos y caminamos como si nada hubiera pasado el sábado. Incluso Mar, la pequeña y yo alquilamos unas bicis en Central Park el martes y creo que me fue de maravilla.
Un Ironman para recordar. Ha tenido grandes fallos y también sus aciertos. Hemos pagado la novatada. Seguro que si vuelven a hacerlo, se corregirán muchos errores. Desde luego que si quieren y les dejan están en disposición de hacer una carrera única en un marco incomparable.
En definitiva, una experiencia de ensueño, haciendo lo que me gusta, en la ciudad que nunca duerme y sobre todo unas vacaciones inolvidables con mis dos diamantes que son mis chicas. Una recuerdo imborrable.
Muchas gracias a todos.
ENHORABUENA Dani!!! No me conoces pero sigo tu blog desde hace tiempo. De verdad que me he emocionado con la crónica, impresionante!ENHORABUEANA de nuevo por lo conseguido.
ResponderEliminarUn saludo desde Valencia. Dani
Muchas gracias a ti por seguirme. Es un placer. Me alegro que haya sido de tu interés.
ResponderEliminarUn saludo
Pedazo de crónica Dani! Y grandísimo resultado! Lástima que algunas cosas estuvieran tan mal organizadas. De todas formas, seguro que será una experiencia que recordarás siempre y a la larga habrá valido la pena. Enhorabuena crack!!!
ResponderEliminarGracias Rubén. Con lo que me quedo es con eso, que ha sido una experiencia inolvidable y unas vacaciones con la niña que siempre vamos a recordar. Muchas gracias. Un abrazo
ResponderEliminarEres un grande Dani. Visto los parciales es un magnífico tiempazo, tómalo como haber batido el 9h58 con creces. No te voy a decir nada del puesto porque hablar por sí sólo, sí te lo diré de tu determinación y coraje. En 2014 vas a romper el crono.
ResponderEliminarUn abrazo y enhorabuena de nuevo.
Muchas gracias TriQuicks. Al principio me quede un poco despagado por el tiempo, me hubiera gustado bajar de 10 horas, pero después, conforme fueron pasando los días me di cuenta que estuvo muy bien. Viendo los parciales de toda la clasificación vi que efectivamente fue dura para todos.
EliminarEl año que viene a intentar mejorar!
Muchas gracias otra vez.
Un abrazo
Wow, una historia magnifica, todo el sacrificio que implica, pero que mejor, ser un Finisher!, muchas felicidades!
ResponderEliminarMuchas gracias Julio. Fue una experiencia muy bonita y muy intensa.
ResponderEliminarGracias!!
Enhorabuena Dani. Has narrado tan bien la carrera que nos has hecho sentir en las piernas lo duro que ha sido. Estás consiguiendo cosas muy grandes y seguro que muchas están por venir. Parece que después de leerte hayamos hecho todos la carrera y eso se nota por la intensidad con la que nos lo has contado. Felicidades Dani. Un abrazo. Roberto C. Frutos
ResponderEliminarEnhorabuena Dani, creo que las palabras se quedan cortas para definir lo que estás haciendo. Oye por cierto, la crónica se me ha hecho tan larga como el ironman,jejejeje. Te veo algún día haciendo un ultra/man,jejejeje. Yo no se donde llegare pero crónicas como las tuyas son siempre un estimulo. Felicita mucho a tus señoras, ahora que comienzo a entender un poco este deporte se que ellas se ganan tanto el cielo como los que nos gusta esto.
ResponderEliminarGracias Roberto, la verdad es que fue una experciencia acojonante y quería intentar el máximo de detalles. Fue una animalada de carrera...
ResponderEliminarPara el año que viene ya estoy pensando que hacer para mejorarlo.
Un abrazo!
Óscar! ya te contaré más cosas en alguna salida con la bici.
ResponderEliminarPues lo del Ultraman es una cosa que tengo en mente y que me gustaría hacer en cuanto pare con de hacer IM. Me llama mucho.
Tu llegarás más lejos de lo que piensas. Mucho más. Créeme.
Lo de nuestras chicas es la base del éxito. Sin su permiso...res de res.
Un abrazo.