2 semanas menos un día y estaré saltando a las aguas del río Hudson en busca de mi tercer finisher y si puede ser mejorando mi marca de 09h58´.
Por alguna razón estoy reacio a hablar de ello a no ser que sea con mis cercanos o mis compañeros del mundillo (más amigos que compañeros. Ellos ya saben quién son y que por supuesto también son cercanos).
Tengo una extraña sensación que me impide dejarme llevar. Creo que tengo la explicación a ello y me va a desahogar el hacerlo público:
Para empezar, yo mismo me creé grandes expectativas para este IM, sobre todo después de mi resultado en Roth el año pasado y más todavía en como acabé la carrera y con que sensaciones. Bajé 1h13´ respecto a mi anterior IM y eso junto a las buenísimas sensaciones me hicieron ver posiblemente más allá de lo que en realidad tengo derecho.
Este año lo empecé con una lesión en el piramidal que me volvió a parar hasta hace apenas 2 semanas y eso es algo que en mi interior me frena, creyendo que no me permite llegar al nivel que querría.
Por otro lado este año hemos entrenado mejor que nunca, mejorando mis marcas en los tres segmentos y alguna de ellas de forma superlativa, habiendo hecho grandes carreras como fue Calella y que demuestran este hecho.
Lo que realmente me quema es que esa lesión a falta de nada y que me hizo cortar la prograsión en carrera a pie que es lo mío y lo que me sube la autoestima y confianza, ha mermado eso mismo, mi confiaza, tan importante para una prueba de fondo como es el IM.
Quizá esa parada no haya sido tan negativa e incluso haya sido para bien. Nunca lo sabré. El caso es que se me queda la sensación de que no he hecho todo lo que debía para conseguir lo que quería cuando acabé Roth.
Pienso también que estos pensamientos contradictorios son fruto de que ahora me vuelvo a ver potente, más que nunca y tengo miedo a fracasar, con lo que así me autojustifico por si no consigo lo que esas altas expectativas auguraban.
Lo que es cierto, que el IM conlleva este desgaste mental que acompaña al desgaste físico. Estos años entrenando para esta distancia me han hecho ver que el coco es tan importante o más que el físico y que para hacer frente a la competicíón, mejor dicho, a los entrenamientos y preparación para ese día, es vital estar convencido de tus posibilidades siempre siendo realista de donde estás y a donde puedes llegar.
Eso es lo que creo que me pasa. Físicamente a pesar de los percances estoy francamente bien, acabando unos entrenamientos notables como no había hecho hasta ahora pero con una presión que sólo yo me he creado pensando en batir mi marca y a mi mismo una vez más.
Ahora estoy en pleno proceso (y me quedan 13 días) de convencerme que estoy posiblemente mejor que nunca y que a pesar de todo y si los contratiempos de carrera me respetan, tengo ante mí la posibilidad de hacer una gran carrera en un escenario inmejorable.
No hay tiempo para la duda.