CRÓNICA CHALLENGE ROTH 2011. 09H58´.

Con un poco de retraso cuelgo la crónica de lo sucedido. Como soy un poco rollero me ha tocado hacerla en varios ratos y por eso me ha costado un poco:

Por segundo año, puedo celebrar la consecución de otro ironman finisher. Como ya dije en el anterior, es la culminación de un año muy duro, de muchos entrenamientos y de un cúmulo de sentimientos de toda clase que son difíciles de enumerar. Y sobre todo que sería una lista muy larga. Resumiendo, es la culminación a mucha ilusión, esfuerzo, sacrificio y fuerza de voluntad. Son muchas cosas a las que tienes que renunciar  por conseguir cruzar la alfombra roja que dura menos de 1 minuto.

Quiero destacar que quizá no es un gran tiempo el que he hecho para algunos y que el acabar un ironman no es tan gran cosa para otros tantos, pero para mí es una proeza, ya que yo dispongo de muy pocos huecos. Tengo menos tiempo que el 85% de la población por lo menos y no porque sea más importante. Trabajo 9,5 horas al día, viajo 90 noches al año, donde el tiempo todavía es más escaso y valioso, estoy casado y tengo una hija. Además de una madre viuda que padece por mí como madre que es y de la que también me siento responsable. Me levanto a  las 6:40 y me acuesto a las 12:00, entreno 2 veces al día y una de ellas de noche.

Para mí es todo un reto y lo he podido superar una vez y mejorarlo una segunda, con lo que estoy muy orgulloso de ello.

Una vez más y explicado lo anterior, debo darle las gracias a la que soporta todo esto. A Mar. No sólo lo permite, sino que me anima y se siente orgullosa de mí. Eso todavía me motiva más si cabe. Así que muchas gracias, te merecías correr ese pasillo y cruzar la meta tanto como yo. Sin ti si que no sería posible de verdad. Gracias Ironwoman. A mi pequeña le pido disculpas por no haber pasado algún minuto más con ella y le agradezco que me suba la motivación hasta niveles insospechados. Gracias peque!

Ya puestos a recordar, no me puedo saltar a Ximo Villanua, mi mister. Menudo trabajo se está pegando conmigo. Ha movido los hilos de manera que este año he dado un salto importante de calidad y he destrozado de manera increíble mis registros. Su buen hacer y rigurosidad han dado sus frutos. Le estoy muy agradecido por la paciencia que tiene conmigo. Y muchas veces con mi cabezonería. Confió en mi para una tarea difícil y ha dado resultado, cuando muchos y quiero decir la gran mayoría, no se la hubiera jugado conmigo en algo así. Siempre le estaré agradecido y curraré a tope para que se sienta orgulloso.

A Fernando Moreno, mi médico, que es un manitas y siempre le voy con algún lío y prisas. Al final siempre me arregla a tiempo. Tanto él como Luz, su mujer nos tratan de manera excepcional.

Por supuesto a mi familia que vive el día a día de mi obsesión y nunca se quejan. Mi madre y mis suegros.

A mis compis de trabajo que les hago la cabeza como un bombo con mis historias y aún me aguantan…

A mis compañeros de entrenes. Entre semana a medio día Mauro, con el que combato el aburrimiento de todos esos largos de piscina. El fin de semana a Óscar que es el que me mete caña en la bici y me pone al sitio rápido y a Rubén con el que hago de todo un poco, igual nadamos que corremos que vamos en bici.

A mis compañeros de blog, los cuales nos seguimos mutuamente y nos animamos en nuestras locuras deportivas y en especial al sector de la zona centro: Felipe, Javi Pintos y Javi Foki y a los de levante: JJ y Darío. Muchas gracias compañeros y ánimo a todos.

Tengo que agradecer de forma muy especial a mi amigo Salva Morillo que le ha pegado un vuelco importante a mi vida. Un atleta superclase y más como persona. Es mi referente e inspiración en este mundillo. Debuté con él en el ironman de Zurich y vino a acompañarme a Roth con sus chicas, Esther, Mónica y Silvia a las que les agradezco su aliento y a las que les tenemos un cariño especial. Muchas gracias padrino! Necesitaba ese empujón para creerme que podía ser SUB 10. Entre Ximo y tú la llevo clara…

Muchas gracias también a todos los que me siguen, a los que os conozco por los mails que me enviáis o los comentarios que recibo en el blog y a todos los que no conozco y que están ahí.

Y ya después de toda la parrafada voy con los hechos:

Salimos el miércoles 6 por la noche, dirección Barcelona, Mar, Alba, mi tricuñada que tanto quiero y que tanto me ha animado también (y que si se lo propusiera y se diera algo más de caña podría hacer muchas cosas que ahora ni se imagina), Daniella  y yo. Esa noche dormimos en Barcelona y el jueves por la mañana volamos a Munich con una cantidad de equipaje que no quiero ni acordarme. Es lo que pasa cuando uno viaja con bebés (y dos mujeres más…).

Allá que llegamos, comemos, pillamos el coche de alquiler, cargamos todos los bártulos y dirección a Allesberg, a 140km de Munich y 10km de Roth . Un pueblecito en un lugar precioso, verde y lleno de pinos, tanquilo y perfecto para descansar, a sólo 15´ de la salida de la prueba. El lugar ideal para velar armas antes de la batalla.

Llegamos y enseguida lo hacían también Salva, Esther y las niñas que venían del Ironman de Klagenfurt donde corría Salva el domingo anterior con un tiempazo de 09:42´…ahí es nada... Ya estábamos toda la expedición. Ese día llueve y en principio daban lluvias para el domingo. Nos cae una agua de narices antes de cenar en Roth que habíamos ido a ver la feria para ubicarnos. No fue posible ver nada por el chaparrón…Cenamos unas pizzas, charramos un rato y a dormir.

El viernes a las 07:00 de la mañana, Salva y yo nos vamos a nadar al canal donde empieza la carrera el domingo. Precioso!!! Hay que ir muy pronto ya que al ser un canal transitable, nos lo cierran de 07.00 a 09:00 únicamente. El agua estupenda. Muchos triatletas allí y la organización montando todo aquello. 20´ de nado muy a gusto y al hotel. 20´ más de running y desayuno en el restaurante, repleto de triatletas.  Nos vamos a Roth, a la expo. Allí recojo mi bici que me la traían desde España en furgoneta. Muy cómodo este servicio. La feria es increíble, una perdición. Grandísima. Un callejón sin salida para la VISA. A tope de paradas con toda clase de material: Ropa, bicis, zapas, complementos, cosas que no sabe unos ni que son ni para que sirven, pero que si están ahí es porque algo hará…de todo y mucho. Aquí es uno de esos sitios donde se ponen de moda las cosas de este mundo tan sibarita como es el triatlón, aquí se marcan las tendencias que luego seguiremos todos. Hay varios restaurantes que es donde comeremos estos días. El ambiente indescriptible. Gente por todos los lados. La meta ya casi está montada y los pelos se ponen como escarpias.

Me pasan mil cosas por la cabeza, entre ellas el miedo a no acabar y no poder cruzarla. A  tener un mal día y no poder hacer justicia a todo un año sometido a esa prueba, ese día concreto. Es el problema de jugarlo todo a una carta como hago yo, ya que mi tiempo no permite una segunda oportunidad.

Compramos, comemos y vamos a por mi dorsal. Luego volvemos a Allesberg, la expedición con el coche y yo con la bici a probar que todo está ok.

Por la noche nos vamos a Roth otra vez. Precioso pueblo en Baviera. En conmemoración de la 10ª edición del Challenge Roth y de desvinculación a la franquicia IRONMAN,  en una plaza montan un concierto y hay varias casetas con salchichas, cerveza y un montón de gente animada, así que ahí nos quedamos. Buenísimo (tanto las salchichas como las cervezas. Ideal para mi dieta pre-iromam…).

Sábado, a las 07:00 nos vamos Alba y yo a buscar a Salva para ir a nadar al canal otra vez. Allí ya está casi todo listo. 20´ más de nado en el canal. Los nervios van creciendo…El día antes de un ironman es un día angustioso e inolvidable a la vez. Qué será lo que tiene esto que engancha de esta forma... La sensación es…no se que como describirla, pero entre angustia, nervios, inquietud y más cosas todas negativas, aunque por el contrario una ilusión tremenda por hacer algo grande.

Vuelta al hotel, 20´ más de running y desayuno, nos miramos de reojo todos los que estamos allí y todos te parecen más fuertes y mejores que tú. Te preguntas que que haces ahí y todo eso… Supongo que a los demás les pasará lo mismo. Nos examinamos minuciosamente…

Vuelta a la feria. Charla técnica en epañol, muy importante y  más compras! Nos hacemos fotos con Faris Al Sultan y con Andreas Raelert que al día siguiente destrozaría el record mundial de la distancia que se había batido la semana anterior en Austria.

A tope de gente todo aquello, pero parecemos todos de un mismo equipo con nuestras calzas de compresión y nuestro tatoo con la m y el punto que nos ha marcado para siempre.

Comemos y mis nervios crecen y crecen…Mientras las chicas y Salva están por la feria, Mar y yo nos vamos a hacer el check in de la bici. En Roth hay dos zonas de boxes: La T1 está en el canal donde se nada y ahí es donde hay que dejar la bici y lo necesario para ese segmento. La T2 está en Roth, a un par de km de la meta, donde llegas en bici, te pones las zapatillas y empiezas a correr la maratón.

Vamos al hotel, acabamos de preparar todo lo necesario: casco, zapas, geles, barritas, vaselina, dorsal…uff que lío, que no me deje nada porfavor, cuantas cosas se necesitan... Lo reviso todo 100 veces!!.

Dejamos la bici y la bolsa con las zapatillas y demás cosas para correr que la organización ya te transporta a la T2. Lo vuelvo a revisar todo y  me parece como que se me olvida algo. Increíble organización. Otra vez lo vuelvo a revisar.

Los boxes son un mar de bicicletas. 4.000 participantes de 61 países!!!!! Hay voluntarios por todas partes. Una cosa bárbara. Por algo se ha ganado el título de mejor triatlón de distancia Ironman de Europa. La organización impresionante. Allí se vive por y para el Challenge.

Mi sistema nervioso ya empieza a desquiciarme y los pensamientos que me producen ansiedad se van multiplicando. Mi cabeza ya está compitiendo. Recogemos a los demás y como Salva había hecho la carrera dos años atrás, nos vamos a recorrer una parte del circuito de bici, el que tiene mayor problema.  Todo subidas y bajadas…Lo estudiamos minuciosamente, así como los demás segmentos, de los que Salva por enésima vez me hace un repaso. Qué paciencia, pobre… Pronto cenamos y a las 10:00 a la dormir.

Domingo 10 de Julio, 04:30 de la mañana, llegó el gran día (me parece que fue ayer cuando hice el otro ironman, que rápido pasa esto…). Es el segundo aniversario de boda de Mar y mío. Vaya manera de celebrarlo…Me levanto muy bien y con pocos nervios, confiado y con ganas de empezar. La experiencia es un grado y lo del año anterior me sirvió para ver esto de otra forma y la preparación de este año tampoco era la del anterior. El día es bueno, nublado, ideal para correr pero puede ser que llueva por la tarde.

Nos vamos a la salida, mientras conduzco, me como el brownie que me hace Mar. Llegamos cerca del parking y está Salva esperando. Salto del coche para que aparquen, yo mientras me voy a boxes a acabar de prepararlo todo cuando…se me hace de noche. Se me había salido el cable del freno de detrás que Faustín me había arreglado antes de venir…no se como…alguien ha apretado el freno porque yo lo dejé perfectamente la tarde anterior.Me desespero porque no hay manera de ponerlo. Esa bici es un poco ostiada para meterle mano. Se me pone el corazón a mil y creo que no voy a poder salir. Salva me llama por teléfono y me dice que salga igual, con el freno izaquierdo sólo pero digo que no. Estoy destrozado. Por suerte hay una pequeña carpa donde arreglan bicis y consiguen ponerlo al sitio. Ya respiro… Voy corriendo a dejar la bici que en breve cierran boxes. Busco una referencia para saber donde está mi box en medio de ese mar de bicis y salgo.

La carrera empieza a las 6:30 y yo voy en la 4ª salida, en la de las 07:05. Me pongo el neopreono, me despido de mis chicas y de Salva y Esther y me voy hacia la cámara de salidas. Voy mentalizado a darlo todo y no siento nada de miedo, además no estoy nervioso y no tengo miedo de encontrarme al del mazo ni a sufrir. Vengo preparado para ello. Se que voy a tener momentos duros pero ya los he vivido antes y no me asusta. Voy a poder con ellos.

Sabía que cabía la posibilidad de hacer SUB10 si me salía todo, ya que había machacado mucho esos ritmos que debería seguir. Sabía que si hacía bien la bici y sobre todo bajaba fresco para poder correr por debajo de 3h30´ la maratón, podía conseguir bajar de 10horas. Se me tenía que dar todo y no tener percances ni problemas, ni averias.

La salida es desde el agua. Me pongo en la primera fila de la corchera, sin miedo. El nado es en linea recta. 1.900 metros en un mismo sentido, giro de 180º en la boya, otros 1.900metros en sentido contrario, giro de 180º en la boya y fuera. En principio parece buen recorrido pero a mí no me gustó nada.

07:05. Suena la salida y a tope. Nunca he vivido una salida así de bestia. Como si se acabara el mundo, como en un sprint,, así que a bracear se ha dicho. Al no haber ningún giro ni posibilidad de dispersarse, vamos un grupo grande durante más de 1000 metros venga el golpe. De verdad que nunca he recibido tantos manotazos dentro del agua. De uno de ellos se me saltan las gafas, me las ajusto y las aprieto demasiado, luego me oprimen mucho y de la presión me entra un fuerte dolor de cabeza y angustia. Los últimos 500 metros se hacen eternos, muy duros.

Salgo del agua y objetivo cumplido, 1h07´. Buscaba bajar de 1h10´ para ir sobre el tiempo y lo conseguí. Todo empezaba bien.

Cojo mi bolsa en la T1 con las cosas, me meto en la carpa, los voluntarios me ayudan, me coloco lo necesario y salgo pitando. Localizo enseguida la bici, la llevo hasta la salida, subo de un salto y a correr. Transición muy rápida.  Empiezo la bici, son 2 vueltas de 90km. Con un desnivel de algo más de 1.200 m. con lo que de llano, nada de nada. Este año están en obras en un tramo y nos dicen en la charla que hay 2km más. Luego he oído todo tipo de comentarios en cuanto a los km, pero en mi cuenta kilómetros marcó 181,94.

Los primeros 40 km son durillos, con muchas subidas y bajadas y acabando en un mini puerto de algo más de 4 km en Greding. Nada más empezar, un bache y pierdo 2 de los 3 botellines. Y todo el que pasa lo mismo. Vaya…No pasa nada, ya cojeré en los avituallamientos. Voy muy a gusto, rodando muy fuerte, en los llanos  por encima de 40km/h, en las subidas intentando no cebarme para no cargar las piernas y en las bajadas intentando descansarlas. Los siguientes km son de sube y baja pero más suave hasta llegar a la famosa cuesta de más o menos 1 km de Hipolstein, en el km 70, donde la gente tan sólo te deja espacio para un bici, para ir en fila india. Es increíble sentirse Contador por un momento. Te animan sin parar. Inolvidable. De ahí hasta Roth es asequible y con algunas bajadas que te permiten recuperar un poco la media pero sin parar de dar pedal. Paso la primera vuelta muy bien, a una media de 35km/h, con lo que voy dentro del tiempo, y en km 100 me viene el primer bajón importante. Voy comiendo barritas continuamente y también bebiendo. Ya hace bastante calor y es fundamental mantenerse alimentado e hidratado para no desfallecer antes de tiempo. Este bajón es mezcla del cansancio, nervios e incertidumbre de cómo correré la maratón. Hasta el 140 más o menos, después del puerto de Greding, se me hace  pesado, a ratos muy pesado, pero no bajo prácticamente el ritmo, sólo aflojo un poco y en las bajadas intento ir descansando las piernas. De ahí hasta la cuesta de Hipolstein me voy animando y en los últimos 20km ya sólo tenía ganas de llegar. A falta de 10, veo a las chicas en una curva y al momento me pica una avispa en la oreja derecha. Escuece que no veas pero se me va pasando. Los últimos km los hago muy fuertes sabiendo que ya llego. Fin de la bici. 5h17´ y una media de 34km/h. Voy bien y no he padecido mucho. Estoy contento y veo el SUB 10 más cerca.

Pillo la otra bolsa con las zapatillas y demás, me meto en la carpa, 2 voluntarias me ayudan y salgo a correr en seguida. Transición rapidísima, poco más de un minuto. Llevo 6h 29´ de carrera, con que si soy capaz de correr por debajo de 5´/km, en menos de 3h30´, me meto por debajo de 10 horas. Hasta ahora va todo todo perfecto. Sólo falta ver como me responderán las piernas en la temida maratón. Pero esto es lo mío y lo que más entrenado tengo. Además voy marcando los tempos según lo previsto y me da mucha confianza.

Empiezo y voy super suelto, tengo que contenerme porque voy demasiado alegre y se que lo puedo pagar. Voy pasando por debajo de 4´30´´ el km, y en el 3 levanto el pie. Paso el km 5 a 4´34´´ de media. Demasiado rápido pero me siento fantástico. Los avituallamientos son cada 2,5 km. Hace mucho calor y voy bebiendo en todos iso y coca cola. Entramos en la parte del rio, es una recta enorme que lo bordea y al final da la vuelta de 180º y vuelves por el mismo sitio hasta al final por la misma recta bordeándolo otra vez. Se hace muy pesado. No hay giros. Al final hace un bucle, subes el puente por encima del rio, (vaya alegría cuando ves la subida…) bajas y entras en Roth otra vez para hacer los últimos 5 km. Paso el km 10 fantástico, pasando los km a 4´40´´ y 4´50´´, según lo previsto. Intento no pensar en lo que me queda y en centrarme en el km que estoy, dividiendo la carrera mentalmente y bebiendo y metiendo geles en el cuerpo de cada 30´. Es la manera de distraerme y de fraccionar la maratón en pequeñas metas y olvidarme del todo. Paso el km15 muy bien y así hasta la media maratón que la paso en 1h43´. A partir de ahí voy empezando a notar el cansancio y me cuesta mantener el ritmo. Me da miedo reventar muy pronto. Sigo hasta el km25 pasando los km por debajo de 5´/km pero con más dificultades. A partir del km28 se me hace ya duro y me aparece el amigo del mazo. No puedo ir por debajo de 5 y empiezo a marcar a 5:05, 5:10, 5:15, 5:05 otra vez…Estoy perdiendo la renta- Empiezo a verlo negro y aquí es donde pongo a hacer horas extras a mi coco, intentando no desmoronarme del todo. Lo estoy pasando mal, hace calor y no me van las piernas que me duelen mucho. El coco también falla. Hay una cuesta en el km30 que me pone malo. Llego al avituallamiento y camino mientras me bebo una coca, agua e iso en un vaso que es como te la dan. No conviene derrarmarla a estas alturas que voy justito de todo.  Estoy seco sudando mucho. Hace un sol de la leche. Llego al km 34 y marco a 5´20´´. Lo veo aún más negro y no puedo hacer nada por cambiarlo. Del 34 al 37 se me hace eterno, una cosa horrible y veo que voy a perder la renta que llevo y me voy por encima de 10h. Hasta intento convencerme de que si paso de 10h no es un mal resultado, que no hace falta que padezca ya y puedo dejarme llevar, pero por otro lado pienso que por 5km no lo voy a arruinar. Estoy rozando el SUB 10 y tengo que lucharlo hasta el final. Sigo corriendo, ya no paro en los avituallamientos por si no arranco, prefiero pasar calor y seguir. Continúo con los geles que ya no hacen efecto. Entro en Roth y parece que eso me da vidilla, por lo menos no voy a peor pero es una agonía porque no se si correré en 3h30´ la maratón. Tengo angustia de pensar que todo el esfuerzo se verá emborronado al final. Llego al 39 y ya estoy rodeado a derecha e izquierda de gente que no para de animar y te llama por tu nombre. Hasta por megafonía dicen tu nombre. Me pega un subidón tremendo. Me tomo 2 geles de golpe y me crezco. Miro el Garmin y voy a 3´55´´/km. Increíble como se puede recuperar uno en el km 39 de la maratón. A partir de aquí es apoteósico, veo que voy a entrar por debajo de 3h30´y por debajo de 10h. Paso el 40 disfrutando, queriendo que no se acabe nunca, con los pelos de punta. No me duele nada!!!!, paso el 41, llego al 42 y con ello al pasillo final, es en forma de U con gradas a los laterales repletas de gente, con una pantalla gigante en el centro donde te ves correr. Salva me espera antes de empezar el pasillo con la ansiada alfombra roja y me dice “Ya lo tienes”. Ahí me siento el más feliz del mundo. La gente me anima, me aplaude y me choca la mano. Mar me espera unos metros más adelante con Daniella para que la coja y entre con ella al brazo pero lo que no sabía ella es que también iba a cruzar esa meta con nosotros. La cojo de la mano y la otra la levanto al cielo, soy muy feliz!! Corremos hasta la línea de meta, paramos, nos besamos, cojo a la peque y con el puño en alto cruzamos la meta. Me vuelvo a acordar de mi padre y de Charlie. También vienen en la expedición.

Por segunda vez consecutiva vuelvo a ser un ironman, reafirmándome de tal condición, pero esta vez además soy SUB 10´.

Al final, nado 1h07´, bici, 5h17´ y carrera a pie 3h28´. Total 09h58´.

Después de esto, nos fuimos a cenar y a celebrarlo. Al día siguiente, Mar, Daniella, Alba y yo, nos fuimos un par de días a Munich a beber cerveza, comer codillo de cerdo  salchichas y coger un par de kilitos. Luego nos fuimos a Ibiza a coger alguno más.

Ahora ya toca volver a empezar. Creo que con el tiempo lo puedo hacer mejor e incluso creo que puedo mejorar un poco mi marca, obviamente no bajar 1h13´ respecto a mi anterior registro como esta vez, pero si arañar algún minuto más.

Sin duda lo intentaré.

Muchas gracias a todos los que participáis en mi vida y me habéis ayudado a conseguir este nuevo reto.