Este fin de semana han vuelto por estas tierras, Salva, Esther, Mónica y Silvia con motivo del Duatlón de Sueca, que el incombustible Salva ha venido a correr.
Una alegría volver a estar juntos y a compartir unos días con unas personas con mayúsculas como ellos. A pesar de la distancia, la relación es cada vez más estrecha.
Continuo aprendiendo con un monstruo como Salva, un tío que ha perdido ya la cuenta de los ironman que ha finalizado, además de Des Sables, no se cuantos maratones, carreras de 100 km... Así que mañana va a Sueca a aprovechar este sol que tan bueno que tenemos por aquí.
Yo sigo con mi descanso y preparando el coco para el domingo que viene en Elche.
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