No me podía imaginar esta mañana antes de entrenar que volvería a casa a medio día con un problema que me andaba por la cabeza ya resuelto.
La cosa es que empezaba a estar mosca y preocupado porque no acababa de pillarle la posición a la SPECIALIZED SHIV. La verdad es que soy muy impaciente y lo quiero todo ahora, porque realmente me estaba acoplando con bastante rapidez, pero a mi no me gustaba esa sensación de ver que la movía con facilidad pero no aguantaba la posición mucho más de 2 horas.
Ciertamente ahora llevo una posición muy radical. El reglaje que me ha puesto Faustin es muy duro, el mismo que les ponía el año pasado a sus chicos del ASTANA y este año a los del SAXO BANK, con la diferencia que sus pruebas contra el crono son de poco más de una hora y las nuestras de más de 5. Poco a poco me estaba acoplando pero no acababa de sentirme agusto a pesar de sacar unas buenas medias de velocidad. Faustín me decía que no desistiera y que continuara entrenando.
Todo este preámbulo desemboca en el magnífico final de esta mañana. Ha salido un día super soleado en mi zona levantina y se me ha ocurrido probar por primera vez el nuevo equipaje de triatlón SKINS TRI400. Simplemente extraordinario. La compresión de SKINS ya la conocía y ya me había enamorado hace tiempo, así como su comodidad. Pues bien, el gran descubrimiento ha sido que esa incomodidad que sentía era fruto de las badanas de los culotes convencionales. Demasiado gordos. La badana del SKINS TRI400 es perfecta. Muy sutil, que tan apenas se nota y suficiente para montar la cabra. Desde el primer minuto he notado que era diferente a las otras veces y que me esperaba una mañana perfecta de bici. He disfrtutado como hacía tiempo que no lo hacía, rodando a velocidades para mi de sobresaliente, y además disfrutando. Al final, 3 horas en la SPECIALIZED SHIV, de las cuales he pasado 1 hora 30´ con Rubén que también anda preparando larga distancia. Por fin me he quitado la espinita que llevaba dentro.
Increíblemente cómoda la ropa SKINS, y no tengo ninguna objeción en que mejoran el rendimiento. Nada que ver con lo demás.
Todo iba muy bien hasta que he llegado a casa, he dejado la bici y me he ido a correr. Tocaba transición. He empezado muy cómodo, a ritmo muy cercano al de media maratón. Disfrutando hasta que he dado un tropiezo y me dado un golpe con el muro que andaba bordeando y se me ha acabado la alegría. A cambio me he llevado un corte.
De todas formas he acabado supersatisfecho de este entrenamiento. He conseguido domar a la fiera una vez por todas y me he demostrado que estoy en buen estado de forma y progresando con el paso de las sesiones.
Y al final, otra vez mi mujercita me ha vuelto a cuidar y curar ese corte de risa...
Uy que poquito que queda...!!!!
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