Esta mañana a las 8:00 he ido a visitar al vampiro. Me tocaban análisis de sangre para llevárselos a mi médico deportivo Fernando Moreno. Más o menos cada tres meses toca revisión, la ITV.
El próximo día 17 Fernando me hará la prueba de esfuerzo a ver como andamos. Seguro que me saca alguna tecla.
Bueno, pues ya he pasado el mal rato. 4 tubitos de sangre... ¿para que querrán tanta?, ¿con 1 no sería bastante? La verdad es que soy peor que un niño. Después de tantas veces y aún no me acostumbro a los análisis ni a las agujas. No me gusta nada (y odio levantarme y no poder beber un traguito de agua!).
Muy importante para un deportista y más para un triatleta de larga distancia el estar muy bien controlado por un médico. Es mucho el desgaste y a veces forzamos más de lo que debemos y nuestro organismo se puede resentir.
No se lo que me habrán sacado después del entrene de ayer. Por la mañana sesión de fuerza máxima en el gimnasio y por la noche 1 hora y 25´ de runnig con sprints y cambios de ritmo fuertes. Poco a poco empiezo a notar las piernas más coordinadas.
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