Después de una larga noche vuelvo a casa. Casi sin pegar ojo salí de madrugada muy pronto de Armenia y después de 2 trayectos en avión, uno de 4,5 horas y otro de 2, sumado a las 4,5 horas de escala en Viena, he llegado a Barcelona a las 13:00. De allí he vuelto en coche hasta casa, alrededor de las 16:30 donde Mar, mi mujer, me estaba esperando. Sin duda lo mejor de volver.
A pesar del cansancio, tenía que cumplir con mi otro trabajo, y al contrario de lo que pensaba he entrenado muy bien; incluso he disfrutado y se me ha olvidado el cansancio del viaje. He corrido 15 km a ritmos muy vivos por la Ermita de Villarreal (estaba deseando correr al aire libre, y sobre todo aquí) y después he ido con Mar a la piscina para sumar 1.500 metros más a ritmo suave y muy cómodo también. Aunque después de ver esto, más bien debo parecer un pato en un estanque...
En este enlace se ve mejor todavía:
http://www.youtube.com/watch?v=ax77_hHq9Dc
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