Para todo aquel triatleta o deportista en general que esté pasando por esto del cambio estacional, otoñal en este caso y que tan vagos nos hace a la hora de retomar los primeros entrenes de la temporada, le recomiendo algo que he puesto a prueba últimamente y me ha ayudado bastante. La receta es simple: Por la mañana, el zumo de un limón con dos cucharadas generosas de miel en ayunas. A continuación un buen zumo de naranja RECIÉN EXPRIMIDO (lo más importante, y además de naranja de mi tierra), con una cucharadita de levadura de cerveza, media de germen de trigo y media más de polen (para los muy perjudicados por la reducción de horario diurno, añadir una de jalea real). Esto junto con unos frutos secos de temporada como unas avellanas (con cáscara) y unas pasas, más una dosis de café, es una auténtica bomba energética y completamente natural. A mí me ha ido genial para poder coger el ritmo y activar a mi otro yo; ese que hacía tiempo que echaba de menos.
Así que hoy con inmejorables sensaciones he sumado 73 km de bici. Y por fin con MI bici y no la estática del hotel de la última semana.
Un disfrute en toda regla, acompañado un rato con mi compañero de equipo Tony Evasion que está en plena recuperación de una pequeña lesión en el isquiotibial, mientras intentábamos programar no se cuantos triatlones para esta temporada. Ufffff!! No hay tantos días!!!!!! Luego, transición rápida de carrera a pie. 6 kilómetros apretando la máquina. Esto empieza a funcionar.
Ah! y además de la receta anterior, hay otra motivación que a mí me va muy bien y no me falla. Ahí la dejo para el que le pueda servir. ACOJONANTE!!!!:
Todo lo que tenga algo de IRON, tiene algo especial.
VAMOOOOOOOSSSSSSSSS!!!!!!!!!!
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